Suaves curvas que hacen erizar pasiones,
suaves movimientos al andar
como las olas del mar
en un vaivén de acompasadas ondas.
Suavemente me acerco a tí,
y firmemente me alejo,
para que mis curvas veas
de cerca y de lejos.
Tu deseo se acrecienta
mientras mi caderas se acercan,
tu sentado ante mí.
y yo con malícia me doy la vuelta
y me inclino para que veas
además de mis curvas
lo que hay entre ellas.
Y me siento en tu regazo
como una niña mala,
y me muevo con ansia
mientras siento tu ardor
en mi cueva mojada.
Tus manos con firmeza me agarran
mientras me haces tuya,
y calmas este ardor
que en mis entrañas
me quemaba.